Si atendemos a las correcciones que hacen las entrenadoras en las sesiones, muchas veces oiremos como corrigen las posiciones de las manos, la dirección de las mismas, la fuerza que está aplicando (si es suficiente o no), entre otras.
Pero… ¿qué son las remadas? ¿Qué importancia tienen en la sincro?
Las remadas son movimientos que ejecutamos con las manos de manera constante a diferentes ritmos según sea necesario teniendo la función de estabilizar y/o desplazar el cuerpo en el agua. Siempre se realizan con los dedos juntos (incluido el pulgar), y ha de ser continuo en cualquiera de las posiciones corporales: ventral (boca abajo), dorsal (boca arriba), vertical, arqueada (de la zona lumbar), entre otras.
Éstas también se usan en natación, lo único que con varias diferencias:
El dedo pulgar que puedes dejarlo separado mientras remas en natación.
Y en sincronizada ambos movimientos de remada, tanto el que hacemos hacia fuera como hacia dentro, son propulsivos. En cambio en natación hay una fase de recobro donde no hay propulsión.
Con ellas lo que se busca en sincro es “coger” agua. Hay que buscar la sensación de “apoyo” para que el cuerpo esté en la posición que estemos buscando. También sirven para girar, desplazarse y elevarse.
Tenemos que tener en cuenta que la dirección de la palma de la mano será inversamente proporcional a la dirección que tomará el cuerpo. Es decir, si estoy tumbada boca arriba y las palmas de las manos están mirando al suelo, el cuerpo no se moverá ya que la fuerza que se está haciendo es en dirección al fondo de la piscina.
Si por el contrario, en esa misma posición los dedos los dispongo en dirección al techo (diciendo adiós a los pies), el cuerpo se moverá en dirección a la cabeza. Con ellas haremos lo que queramos en natación sincronizada. Si dominamos las remadas, tendremos una gran parte ganada en este deporte. Por ello, trabajarlas día tras día es tan importante.
En el próximo post veremos los tipos de remadas que hay y cómo se ejecutan.
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